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1/9/12

EL CRECIMIENTO DE LA PREEMINENCIA FRANCA (I)

La conversión de Clodoveo al cristianismo católico, descrita por primera vez en la historia de los francos escrita por San Gregorio, obispo de Tours (573-595), posiblemente tuvo lugar alrededor del 507 y en una época más avanzada de su vida de lo que supuso el propio San Gregorio.  Su importancia histórica fue efímera y es probable que impresionara más a sus contemporáneos que a los historiadores.  Clodoveo era el primer bárbaro que se mostraba dispuesto a aceptar la religión del imperio, aunque retrospectivamente éste parece ser el paso indispensable para el éxito.  A diferencia de sus rivales arrianos, Clodoveo no comenzó como líder de todo un pueblo sino como un simple capitán de los francos establecidos alrededor de Tournai.  Había otros reyes más grises que regían grupos de francos en las regiones de Tournai, Toxandria y la zona media del Rin.  Las gentes de Clodoveo, los francos salios, primero fueron autorizados a establecerse en Bravante (358) y a partir de aquí fueron introduciéndose en las mejores tierras del sur.  El padre de Clodoveo, Childerico, había sido simplemente un rey franco local establecido en las proximidades de Tournai, por lo que su hijo se vio obligado a abrirse camino en el mundo.  Después de derrotar al romano Siagrio (486) consiguió un reino con base en Soissons y a continuación derrotó a los burgundios (su esposa, católica, era burgundia) en el 500 y a los visigodos en el 507.  Derrotó también a los alamanes n Tolbiac en el 506, pero sólo al final de su vida pudo hacerse con el reino franco ripuario, de Colonia y hacer tratos con los otros reyes salios, como Ragnachar de Cambrai.  Su conversión, que data del 507, le atrajo todo el apoyo entusiasta del clero católico y el reconocimiento de Constantinopla.  Si esto no impresionó a los suyos, por lo menos le ganó encendidos encomios delos obispos católicos de la Galia y, como consecuencia de ello, el respaldo de la aristocracia galorromana.
Después de la muerte de Clodoveo en el 511, el reino franco no se encontraba realmente dividido, de hecho estaba administrado por sus cuatro hijos, cada uno de los cuales se encargaba de una parte del territorio y demostraba no tener el más mínimo deseo de cooperar en lo que se refiere a servir al ideal franco o a gobernar de acuerdo con él.  La violencia desplegada recíprocamente y su respectivo oportunismo sirvió de cuando en cuando, durante breves períodos, para reunir todas las tierras pertenecientes a la familia en manos de alguno de ellos, si bien el acontecimiento más importante de este período fue la aparición de los diferentes reinos de Austrasia en las antiguas tierras francas y de Neustria en las nuevas tierras ganadas por Clodoveo, que había hecho de París su ciudad principal.  Cuando, en el 511, los hijos de Clodoveo dividieron las tierras de sus dominios, su participación no adquirió ninguna coherencia.  cuando, en el 533, murió Clodomiro, los hermanos que le sobrevivieron se repartieron sus tierras y, además, ya fuera individualmente o por alianza, ampliaron sus participaciones a través de la conquista.  Teuderico, el mayor, conquistó Turingia; Burgundia fue invadida y dividida entre Childeberto y Clotacar; mientras que Provenza, ganada por la participación en los asuntos de Italia, quedó dividida entre Teuderico y Clotacar.  Los hermanos participaron de buen grado en las guerras de Alemania, Italia y España como medio de conseguir un botín tanto para ellos como para sus seguidores.  Pese a que el hermano más pequeño, Clotacar, acabó reuniendo todas las tierras francas y las conquistas más recientes como último superviviente de la familia de Clodoveo (558-561), a su muerte sus cuatro hijos procedieron a una división diferente de la herencia.  Seguían teniendo las cuatro capitales designadas en el 511 -Reims, Orleans, París y Soissons- todas ellas bastante próximas, pese a la extraña forma de sus reinos y a que todas ellas se encontraban en el territorio de Siagrio antes del 486. En el 567, al morir Chariberto sin sucesión, la Aquitania altamente romanizada, la mayor parte de su reino adquirida de los visigodos, también fue dividida alegremente para satisfacer asus hermanos.  Pero ocho años más tarde, no se encontró una solución tan fácil para el caso de Austrasia.  Al ser asesinado Sigeberto y cuando su hermano más pequeño, el violento Chiperico, abrigaba la esperanza de apoderarse de su reino, los poderosos hombres de Austrasia burlaron sus aspiraciones; defendieron su independencia proclamando rey a Childeberto, hijo de Sigeberto, que contaba entonces con cinco años de edad.  El corazón del reino franco se había resistido a la división y a la anexión, a diferencia del sur de la Galia.

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EUROPA: ORIGEN Y JUSTIFICACIÓN aquí

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