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1/10/13

TÉCNICA

Durante el periodo más antiguo, los principales cambios se produjeron en la agricultura: los molinos de agua ya aparecen mencionados en las leyes bárbaras a partir del siglo VIII.  en el siglo XII la collera y los arneses habían sometido al noble bruto a las directrices del labrador.  El uso de la fuerza hidráulica para fines más ingeniosos, como el manejo de sierras para abatanar o para hacer papel, demuestra que era constante la explotación de sus posibilidades.  Se tardó mucho más tiempo en aprovechar la fuerza del viento con fines parecidos.  Los molinos de viento no aparecen hasta el siglo XII.  Los primeros estaban montados sobre una peana y podían ser trasladados.  En los Países Bajos, durante el siglo XIV, se usaban sistemáticamente para las operaciones de drenaje.  Los holandeses, además, construían molinos de viento para enviar a Frisia y a la zona del Rhin.  Hasta el siglo XV los artefactos mecánicos no pasaron a formar parte de la experiencia humana.  Aparte del uso de relojes para medir el tiempo, comenzó a ser familiar el empleo de gatos para levantar grandes cargas con el uso de manivelas, y bielas o grúas sobre eslabones giratorios.
El deseo (o necesidad) de contar con una superioridad militar fue también un constante incentivo para la innovación.  El invento de la pólvora, citada a menudo a partir de la segunda mitad del siglo XIII, tuvo, como era lógico, importantes consecuencias.  Siguieron persistiendo los fundidores de cañones, que continuaron esforzándose en hacer que esas armas fueran más peligrosas para el enemigo que para sí mismos.  Los metalistas no cejaban en su empeño de perfeccionar la armadura defensiva de los caballeros, aunque los cronistas no mencionan los progresos alcanzados en la fabricación del acero.  Hasta que Bauer publicó su libro sobre la metalurgia en 1556 no se habló de los notables avances conseguidos en la industria de la minería en la Alemania del siglo XV.
Había industrias específicas que respondían a otras presiones al introducir nueva maquinaria.  La mecanización de abatanar en la industria textil podría hacer pensar que no era fácil encontrar operarios que realizasen este tipo de trabajo, pero el deseo de acelerar los procesos era un factor que también tenía su peso. El invento de la carda en el siglo XIV fue seguido rápidamente de la mecanización.  El torno de hilar sustituyó a la rueca.  La fabricación de velas experimentó una mejora al sustituir la grasa animal por la cera.  La destilación fue una nueva industria basada en los conocimientos de los árabes y practicada por primera vez en Salerno en el siglo XII.  No es preciso subrayar la importancia que tuvo para los marineros.  También se perfeccionó la navegación gracias al uso de la brújula antes del 1200, como también gracias a la introducción del timón de popa, los astrolabios y las cartas de navegación, por no hablar además de los constantes cambios en la construcción de barcos.  Como los relojes, las gafas fueron un invento medieval posible gracias a los nuevos avances.
Hacia el final del período medieval, reconocidos expertos en las nuevas tecnologías no dudaron en ofrecer sus servicios a grandes gobernantes.  Es indudable que uno de los primeros fue Leonardo da Vinci.  Mariano di Jacopo, Il Taccola, natural de Siena, nos ha dejado una descripción en tres magníficos volúmenes ilustrados acerca de sus ingenios.  Fue escribano y tesorero de un albergue de estudiantes, además de dibujantes, xilógrafo y miniaturista.  Diseñó puentes e instalaciones de puertos y se ofreció para ocuparse de las obras hidráulica del emperador Segismundo.  Alemania también fue cuna de hombres notables, cuyas actividades eran fruto de la labor de sus predecesores y no estaban inspiradas en absoluto en ningún espíritu renacentista.

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