Visitas hasta hoy:

27/10/13

LAS VIDRIERAS MEDIEVALES (III)

La culminación del arte de los pintores está representada en la Sainte Chapelle de Paris construida por Luis IX para recibir en ella las reliquias de la Cruz de Espinas y un fragmento del crucifijo traído al rey desde Constantinopla y cuyas vidrieras se colocaron entre 1244 y 1248.  La capilla superior es, de hecho, un espacio rodeado de vidrio, con quince grandes ventanas y un rosetón en la parte de poniente donde están representadas 1134 escenas, la mayoría bíblicas, y con una vidriera en la que se describe la historia de la cruz de Cristo hasta la llegada de un fragmento de la misma a París.  Como en Chartres, son evidentes las contribuciones de diferentes talleres, como también de varios pintores de vidrieras, si bien la diversidad no malogra la armonía del conjunto.  La terminación de las grandes catedrales y la reducida escala de los edificios del siglo XIV posiblemente promovió la aparición de talleres locales que debían cubrir las demandas a pequeña escala, representadas por las nuevas capillas y la restauración.  Los pintores de vidrieras seguían mejorando sus técnicas a fin de adaptar sus estilos a las innovaciones de las demás artes y explorar las posibilidades del medio a lo largo del siglo XVI.  Pero los cambios de gusto y la recuperación de estilos clásicos hizo que incluso los países católicos rechazasen las vidrieras pintadas, mientras que en los países de la religión reformada fueron destruidas con la misma presteza que las esculturas de madera y piedra.
A principios del siglo XII, en un librito de Teófilo (Sobre las diferentes artes) se describe por vez primera la técnica de la pintura sobre vidrio.  Primeramente había que fabricar el vidrio.  El más simple era de un tono verdoso y era opaco.  Para colorear el vidrio había que incorporar óxido de hierro y de cobre en polvo a los materiales utilizados en la fabricación del vidrio incoloro.  Los ingleses no fabricaban vidrios de colores y los importaban de Alemania o Francia, probablemente porque el cobalto, a partir del cual se hacían los óxidos metálicos, sólo podía encontrarse en Bohemia o en Sajonia.  Esto también indica que, en la época en que este tipo de pintura del vidrio fue introducido en Inglaterra, probablemente en Canterbury después de 1174, la profesión ya estaba establecida en el continente.  Se siguió avanzando en la preparación del vidrio y de los pigmentos, sobre todo gracias a que en el siglo XIV se descubrió una técnica para pintar vidrios de un solo color con ayuda de un líquido que contenía plata y que daba varias tonalidades de amarillo al ser cocido en un horno caliente.
Los que pintaban el vidrio y se encargaban de diseñar y hacer las vidrieras no fabricaban el vidrio.  Por otra parte, también debían fiarse de las dotes del dibujante, que probablemente se servía de ilustraciones de los manuscritos para sus imágenes, y quizá también de las técnicas del esmalte tabicado.  Se cree que dichas técnicas fueron introducidas en Francia por los venecianos antes del año 1000.  Había que dar forma y soldar unas tiras de metal sobre la superficie de un dibujo, que después se rellenaba con vidrios de diferentes colores, cocidos en un horno.  Sin embargo, al igual que ocurrió con otros oficios estimados de la época, muy pronto se hizo necesaria la especialización para cubrir las necesidades del nuevo tipo de arquitectura, ya que el vidrio pintado corresponde al estilo gótico de construcción y se convirtió en parte integrante de su esquema estético.  Sin la forma y estructura de la ventana gótica, dejó de cumplir su función y se convirtió en un arte inútil.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu opinión me interesa, pero será revisada antes de su publicación