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5/11/13

CONSTANTINOPLA

La participación latina u occidental en las cuestiones del imperio oriental en la época de las cruzadas llegó a su culminación con la ocupación de Constantinopla en 1204 y el establecimiento de un emperador latino en aquella ciudad.  De hecho, el imperio latino no fortaleció la situación de Constantinopla, ya que los conceptos occidentales de poder no eran imperiales sino principescos y se hacían cargo de la obligación de dividir el territorio entre los aliados latinos.  El emperador latino se vio expulsado por Miguel Paleólogo en 1261, pero el imperio griego redivivo no consiguió recuperar todos los territorios ocupados por los demás gobernantes latinos y, menos aún, restablecer la autoridad imperial.  por consiguiente, a finales del siglo XIII tanto el imperio oriental como el occidental tenían únicamente existencia nominal.  En ambos estados el poder sólo era cuestión de fuerza local.  Pese a todo, los cargos seguían siendo prestigiosos y atraían  pretendientes, incluso a los que tenían un poder real.  Y así fue como Dushan, gobernante de Serbia, aspiró a la distinción de emperador y, al verse decepcionado en Constantinopla, se consoló con la coronación de emperador de los Serbios en Skopje (1346).  Igualmente, en Alemania, el fracaso de los emperadores Staufen no acobardó a los miembros de familias de inferior abolengo y la dignidad de emperador pasó de una familia a otra antes de que los luxemburgueses y sus herederos en línea directa, los Habsburgo, consiguieran atribuírsela como propiedad familiar.  Y mientras esos imperios seguían con sus sombras chinescas, en el suroeste y en el nordeste, y más allá, en Francia, los príncipes locales buscaban recompensas más sustanciales y luchaban sin temer la intervención de sus poderosos vecinos.  Ya no había prefectos y los niños podían dedicarse a jugar a las guerras sin ningún temor.

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