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16/12/13

IMPORTANTES REINOS EN LA SOMBRA

El carácter espectacular de los hechos ocurridos en la zona del antiguo Reino Medio, Borgoña e Italia, en el curso del siglo XV, podrían crear una impresión errónea con respecto al futuro de dicha zona, ya que en el siglo XVI iba a quedar políticamente hablando en la sombra, por no decir totalmente barrida, por obra de las grandes potencias que estaban al margen de ella: España, los Habsburgo y Francia.  Hacia finales del XV las grandes potencias estaban preparadas para adueñarse del escenario, pese a que durante buena parte del mismo estuvieron reducidas a hacer bastante ruido pero a no evidenciar signos de una capacidad para llegar más lejos. La fuerza que más adelante tendría España, por ejemplo, descansaba en la unión de Castilla y Aragón, conseguida a través del matrimonio de los Reyes Católicos en 1479, y en las riquezas de América, acerca de las cuales nada se sospechaba todavía después del después del descubrimiento del Nuevo Continente, ocurrido en 1492.  Europa no estaba preparada para la preeminencia española.  Tan sólo los reyes de Inglaterra, en un pasado reciente, debido a los intereses que tenían en Gascuña, se habían preocupado de una manera sistemática de cultivar la amistad de los gobiernos españoles.  Hay que admitir que, desde las Vísperas Sicilianas (1282), Italia había tenido experiencias de la intervención aragonesa, que en un sentido sólo era un factor dela participación catalana general en la política mediterránea.  Sin embargo, en lo que a Italia se refiere, no era sino la más leve de las advertencias.  Sicilia, separada de Nápoles, apenas si constituía un gran peligro para el resto de la península.  Por otra parte, durante el siglo XIV Sicilia tuvo gobernantes propios, procedentes de la casa de Aragón, pero independientes, aunque al extinguirse la estirpe siciliana en 1409 fue el propio rey de Aragón el que pasó a gobernar directamente la isla. Lanueva dinastía aragonesa de Castilla, que gobernó después de 1413, también estuvo más interesada en los asuntos de la península Ibérica que en continuar la antigua política catalana en el Mediterráneo.  El hermano de Alfonso, Juan II, se vio obligado a ocuparse de serios disturbios en Cataluña, especialmente en Barcelona.  Los asuntos españoles eran complejos en la época que precedió a la conquista de Granada (1492) para que los monarcas españoles pudieran concentrarse sólo en las cuestiones extranjeras, como hizo el rey Fernando.
De la misma manera, Alemania en el siglo XV se volvió sobre sí misma.  Entre el período en que el movimiento conciliar suscitó grandes esperanzas de renovación eclesiástica y el de entusiasmo desatado con motivo de la intervención de Martín Lutero, la vida religiosa alemana probablemente fue menos volátil, aunque suficientemente intensa para reaccionar amargamente ante el fracaso de los príncipes del reino para conseguir un apoyo papal en el ataque de los abusos eclesiásticos.  En esta época, una parte del idealismo alemán discurría por canales seculares y se dirigía hacia determinadas casas principescas y hacia el propio imperio.  La debilidad militar del emperador Segismundo al tratar con los turcos musulmanes y los herejes husitas se convirtió en motivo de vergüenza para los alemanes respetables, aun cuando los proyectos de reforma no llegaron a ninguna parte sobre todo porque el longevo emperador Federico III de Habsburgo concentró sus energías en reunificar las dispersas tierras de su casa.  Destaca entre las contribuciones hechas por los príncipes al desarrollo de Alemania en esta época la fundación de gran numero de universidades, desde Viena (1365) y Heidelberg (1385) hasta Tubinga y Maguncia (1476).  Como resultado, todo principado alemán importante tuvo su propia universidad.
Aun cuando la naturaleza de los estudios no era radicalmente nueva y se suponía que los diplomados se dedicarían al servicio de los príncipes y prelados locales, el aumento en número de personas educadas en el país y el nuevo tipo de corporaciones creadas en una docena de ciudades importantes contribuyó a preparar un florecimiento cultural único.  La imprenta reunió a hábiles artesanos y a estudiosos, que valoraron la multiplicación de libros y que trabajaron en la preparación en el centro comercial más importante del norte delos Alpes y del este del Rhin, lugar de nacimiento y escuela de Albert Dürer (1471-1528), el único artista nórdico que resiste la comparación con Leonardo da Vinci.  También encontramos a los grandes cartógrafos y cosmógrafos, no porque se encontraran en el centro de los mismos descubrimientos sino porque podían hacer libros de todo el mundo conocido y recopilar la información que poseían a medida que iba apareciendo.

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