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25/2/14

LAS IRRUPCIONES BÁRBARAS (IV)

Aquel reino perduró hasta el año 436, año en que el general romano Aecio se sirvió de los hunos para destruirlo y frustrar sus ambiciones en las tierras del bajo Rin.  Los burgundios no eran muy belicosos y no costó mucho reducirlos cuando comenzaron a ser un peligro.  Aecio, sin embargo, seguía valorándolos como soldados y se sirvió de ellos en el este contra los alamanes.  Más adelante, en el 443, fueron trasladados a la región de Ginebra.  Durante varios años sirvieron como auxiliares romanos contra los hunos (451) y contra los suevos alamanes en la campaña capitaneada por los visigodos en el 456.  Sin embargo, a su regreso, pareció que finalmente habían tomado la iniciativa en la Galia apoderándose de las provincias imperiales de Lyon I y Vienne.  La breve campaña realizada por elemperadorMayoriano en el 457 no pasó de ser un simple muro de contención temporal y, tan pronto como este salió del escenario de los hechos, ocuparon la ciudad de Lyon.  Con bases en Lyon y Ginebra, crearon un reino bastante extenso para el que consiguieron la decidida ayuda de la aristocracia  galo-romana.  Por aquel entonces eran vistos como amigos tradicionales de Roma, por lo que brindaban a los autóctonos locales la mejor protección que podían tener en ausencia del emperador.  Pese a que sus reyes eran arrianos, mantuvieron buenas relaciones con los obispos católicos delreino, especialmente con Avitus de Vienne, hasta que Clodoveo el Franco se hizo católico (507), momento en que el clero, sin ningún escrúpulo por su parte, se dirigió a él como más aceptable protector.  Aquel reino, donde romanos y burgundios disfrutaban de un rango prácticamente igual, duró todo el tiempo que interesó a las poblaciones católicas romanas y desapareció con los hijos de Clodoveo, en el 534.
Tanto los reinos vándalos como los burgundios terminaron en el 534 y unos y otros se mostraron incapaces de establecer un reino que no fuera efímero sobre poblaciones que, ya fueran mal o bien tratadas, tanto por religión como por cultura era hostiles a los bárbaros y estaban convencidas de poseer una civilización superior ya que no un poder militar superior.  Cada uno a su manera, los vándalos y los burgundios, presentaron los extremos abiertos a los germanos invasores: hostilidad y exaltación personal o buena disposición a la manipulación romana. Los germanos carecían de recursos para rehacer su civilización. Para ellos, la principal esperanza de avance era a través del ejército e iban a luchar contra sus enemigos germanicos con mayor contundencia que habían luchado contra los romanos. ni como bárbaros ni como arrianos consideraban que tenían más en común entre sí que con la población del Imperio.  Dentro de sus grupos actuaban en su propia y limitada ventaja. Los romanos, ante aquellos pueblos, no sentían temores a largo plazo, a pesar de que la presencia de los bárbaros les resultaba desagradable, cara y destructiva.

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